Faltan aplicaciones que alerten a la gente ante contingencias de hidrocarburos

Ante la contingencia que se presentó el día de hoy en la madrugada con la fuga de combustóleo en las inmediaciones del municipio de Cuautlancingo, y “en donde se liberó la sustancia de que se habla y de acuerdo a la normatividad, se debió acordonar la zona en unos 300 metros a la redonda, para evacuar a las personas que se encontraban cerca del lugar”, refirió el Mtro. Raciel Flores Quijano, catedrático de la Facultad de Ingeniería Ambiental de la UPAEP.

El combustóleo es un líquido inflamable y por las características que tiene libera vapores, y que por las condiciones de alta estabilidad atmosférica que tenemos, afecto a una buena parte de la ciudad, además de que desde muy temprano se percibía el aroma de un hidrocarburo y ese fue uno de los problemas que se presentó para la población, aunado a las bajas temperaturas y la escasa velocidad del viento, favorecieron para que el olor a hidrocarburos se extendiera por toda la mancha urbana, afirmó el académico Flores Quijano.

Advirtió que como cualquier líquido inflamable derivado del hidrocarburo, tiene una presión de vapor muy alta, lo que provoca que se desprendan esos olores y debido a las condiciones estables que se registran del clima, se mantengan al nivel del piso y se desplazan de manera lenta.

Agregó que conforme se controle la fuga, este problema quedará bajo control, ya que la parte peligrosa de la fuga del combustible serían los 300 metros de radio desde el punto donde se está generando la fuga, ésa sería la parte delicada del problema.

Indicó que en este caso, Protección Civil, Bomberos, tendrían que hacer el llamado para que la gente evite acercarse a esa distancia al lugar de los hechos, denominada la “zona caliente”. Los riesgos serán mínimos si la gente no provoca imprudencias por acercarse, ya que son materiales inflamables, que pudieran prenderse en caso de que se acumularán en un lugar.

Asimismo, dijo que el lugar donde se encuentra regado el hidrocarburo, está totalmente contaminado, por lo que hay que limpiarlo y reparar la zona, “levantando la tierra, el cultivo y llevar adelante el saneamiento del lugar”.

Reiteró que se debe trabajar en la preparación de un sistema de emergencia que alerte a la gente en caso de presentarse una contingencia como la de hoy en la madrugada. “Debemos trabajar y aprovechar la tecnología con la que contamos para crear una aplicación que nos permita estar alerta ante este tipo de contingencias”.

En su intervención, el Dr. Eduardo López Villalobos, Coordinador de la Clínica de Urgencias de la UPAEP, señaló que gracias a las condiciones climatológicas que están presentes, hacen que se dispersen más rápido los gases, por lo tanto el olor se puede dispersar por toda la ciudad pero no habrá consecuencias mayores en la salud de las personas, más allá de un dolor de cabeza, irritación en los ojos e irritación en la piel; y esta se puede prolongar en caso de seguir inhalando estos gases se puede presentar problemas pulmonares, síntomas que se pueden presentar inmediatamente y no a largo plazo.

Agregó que en el caso de la ropa que estaba expuesta al aire y de los autos que quedaron sucios, recomendó que sólo con lavarlos debidamente quedarán limpios de cualquier toxicidad.

Por lo tanto, dijo que en caso de que en la casa se perciba el olor a combustible es importante abrir las ventanas para que circule el aire y se disipe y se eviten intoxicaciones.

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