De las mil personas invidentes que hay en Puebla económicamente activas, sólo el 10 por ciento de éstas trabajan en empresas y son susceptibles a que sean removidas de diferentes áreas laborales de manera frecuente, en áreas que no relacionadas a su profesión o desempeño, informó Alejandro Ramírez Capos, representante de la Asociación de Cultura Recreativa para la Proyección del Invidente de Puebla (ACRIP).
En conferencia de medios el representante de la Asociación Civil, afirmó actualmente existe discriminación en la movilidad pues el transporte público en ocasiones no los levanta para poder abordar los camiones para poder trasladarse a otros puntos, por lo que llamó a los concesionarios a ser más sensibles con este sector de la población.
Además, llamó a la sociedad en general a respetar el espacio de los invidentes al caminar pues en la mayoría de las veces sufren empujones e incomprensión por parte de las demás personas que circulan en el Centro Histórico de la capital poblana.
Ramírez Campos, dio a conocer que en el estado hay 10 mil personas con debilidad visual y ceguera parcial; al referir que los invidentes totales alcanzan la cifra de 2 mil según el censo de la organización.
Afirmó que organismos internacionales señalan a la ceguera como el segundo fenómeno más inhabilitante además de considerarlo la como la segunda causa de discapacidad en el país pues afecta al medio millón de personas.
Pese a estas cifras, en Puebla existen políticas para la realización de las personas con esa discapacidad que no sólo depende de su atención médica o rehabilitación, sino de las oportunidades educativas y laborales a que tengan acceso.
Señaló que las personas invidentes o débiles visuales no sólo enfrentan obstáculos cuando caminan por calles con registros de agua y luz abiertos, autos estacionados en las banquetas, puestos ambulantes de fritangas, cajas de verdura, basureros y botes mal colocados.