Alrededor de 70 sexoservidoras se manifestaron en el zócalo de Puebla para exigir al gobierno municipal cese los actos de corrupción por parte de elementos de seguridad pública y vía pública quienes les exigen tarifas de 200 a 300 pesos diarios con la amenaza de ser remitidas ante el Ministerio Público.
Lo anterior luego de los operativos que se realizaron el fin de semana las autoridades poblanas en hoteles, moteles y bares de Puebla con el fin de inhibir la trata de personas en la Angelópolis.
Las mujeres exigieron la reapertura de bares que fueron clausurados, pues, dijeron, representan su fuente de empleo y de ingresos. Al zócalo arribaron una decena de efectivos, a quienes las quejosas acusaron de ser quienes las intimidan y agreden, particularmente señalaron a un elemento de apodo “Chocorrol”.
Las manifestantes se pronunciaron en contra del cierre de más de bares del primer cuadro de la capital poblana, particularmente del denominado “La Puerta Negra”, ubicado en la calle 8 Poniente, mismo que fue clausurado la semana pasada.
Las trabajadoras sexuales coincidieron en que el gobierno estatal y municipal encabezado por Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad respectivamente, son las autoridades más represoras en los últimos años debido a que sus aspiraciones a otros cargos a nivel nacional y estatal realizan operativos en contra del oficio más antiguo del mundo ya que quieren mostrar otra imagen de Puebla limpiando las calles de la prostitución.
En entrevista por separado varias de las jóvenes aseguraron que no son explotadas por “padrotes” u hombres que les exigan tarifas diarias por cada servicio que tengan con sus clientes, más bien confirmaron que ellas trabajan por necesidad con el fin de llevar el sustento a sus hogares.
Tras varios minutos de protesta en la plancha del zócalo de Puebla, Clarisa Hernández Blanco fue atendida por representantes de la Secretaría de Gobernación Municipal quien pidió a las autoridades poblanas frenen este tipo de operativos pues atentan contra su trabajo.
Dentro de las consignas por parte de las trabajadoras sexuales se pudieron escuchar “Alto a los operativos”, “no a las mochadas hacía policías”.
En entrevista para Controversia Puebla, “Maribel Guardia” como se hace llamar en su ambiente confesó que desde los 12 años comenzó a prostituirse en las calles del Centro Histórico de Puebla, actualmente lleva siete años ejerciendo la “profesión del talón” como le dicen popularmente. Compartió que al día realiza de seis a ocho trabajos diarios con distintos hombres y cobra por cada servicio de 70 a 100 pesos.
“Mira yo vivía en la Sierra de Oaxaca cuando mi madre quedo viuda y yo tenía 11 años, éramos ocho hermanos y no teníamos que comer, recuerdo que un día llego el compadre de mis tíos y les ofreció dinero para que yo fuera a trabajar a Tijuana, por lo que mi mamá llorando solo se despidió de mi, ahora que crecí comprendí que el desprendimiento de mi familia fue un sacrificio para que ellos tuvieran que comer”, dijo Maribel.
La chica de tan solo 19 años dijo que si le hubiera seguir con su familia y disfrutar de su niñez, sin embargo ese fue su destino y hoy no tiene trauma alguno pues le gusta su trabajo porque ya tiene dinero para comer y comprarse la ropa que ella quiera.
Entre las declaraciones varias de las chicas declararon que el gobierno municipal y estatal las debe dejar trabajar; “el gobierno debe dejarnos chambear pues con nuestro trabajo ya no hay más violaciones en Puebla, ya que los hombres desahogan su ganas de estar con una mujer”, dijo Rosalía de 22 años.
Durante la reunión con la autoridad municipal quedó de resolverles para este martes con el fin de que las sexoservidoras salgan a trabajar sin ningún problema sin ser acosadas por los elementos de seguridad pública.