Por: Pascual Raúl Zárate Gil
¡AQUÍ PUEBLA!… DESDE LONDRES.- Los resultados electorales abren distintos escenarios de análisis, y dejan al desnudo al sistema político de partidos que se mostró débil, desprestigiado, incapaz de mantener la representación soberana del pueblo mexicano, y la confianza para conducirlo por el modelo que todos los mexicanos anhelan: el del empleo y los salarios dignos, que los rescaten de la pobreza extrema.
La óptica popular observa desde el umbral del desencanto cómo, cada año, la economía no crece. Desde ese primer escalón que los mantiene al nivel de la miseria y la inanición a decenas de millones de ciudadanos repudiaron y reprocharon en estas elecciones a partidos y candidatos: ¿por qué han permitido un escenario de guerra horrenda, catastrófica y sangrienta por el trasiego de las drogas.
Este 2015 de renovación del poder legislativo, los candidatos y los partidos no supieron qué respuestas darle a los mexicanos. Solo mentiras, evasivas, justificaciones y falsedades acerca de los recortes presupuestales, de la devaluación del peso, de la carestía de la vida, de los raquíticos incrementos salariales, de la caída del precio del petróleo, como reducir el desplazamiento de miles de mexicanos de los estados del Norte a otras entidades o países tras olas de violencia e inseguridad que conlleva a fosas clandestinas e impunidad, desaparición forzada que se ha convertido en centro de la crítica internacional por la flagrante violacion a derechos humanos, de los duros estragos sociales, cuando todo se encarece en una economía altamente dependiente de las importaciones. Y el millón de empleos ya no se crearon, cuando la tasa de crecimiento ha decaído de 3.5% al 2.2% apenas a medio año..
Todas las preguntas del pueblo a candidatos y partidos se fueron al vacío cuando se habló de corrupción, de enriquecimiento ilícito de políticos y funcionarios en los tres niveles de gobierno; de empresas favoritas con contratos por miles y miles de millones de pesos como la española OHL HIGA, Oceanografía envueltas en escándalos de corrupción, complicidades y negocios sucios con los gobiernos.
Cuando el Pacto por México ha fracasado con las reformas estructurales, desde el exterior muchos se preguntan ¿ Cómo es posible que haya ganado un partido que le ha fallado a su sociedad?.
También inquieren: ¿Acaso se les olvidó que el PAN los llevó a esa espantosa guerra fratricida y a la reforma?. ¿Olvidaron los mexicanos que PRI, PAN y PRD fueron autores del Pacto por México, lo que parece una treta para hacer y ganar tiempo al tiempo. A favor del gobierno y de los capitales extranjeros?.
Por eso los mexicanos veían sin interés los comicios del 7 de junio. Se anticipaba un abstencionismo desastroso que se cumplió, pero con los pocos votantes que compraron, acarrearon e inventaron los partidos y el comedido acompañamiento de los medios informativos, se montó un gran aparato para legitimar a los diputados y al sistema político por tres años más. Fue un cambio de poder para no cambiar.
En Europa los gobiernos que fallan son rechazados y castigados, apartados del poder, como sucedió recién en España con el PSOE y el Partido Popular. Qué ironía, que experiencia tan absurda, irracional e increíble, que hayan ganado el PRI y el PAN teniendo en contra el rechazo social predominante.
Una cifra de hechizo es que el PRI tenga 260 diputados, junto con el Verde y Nueva Alianza. Otro seductor ilusionismo es que el PAN y PRD queden en segundo y tercer lugar. Resultados de encantamiento, cuando los tres partidos sacaron la más baja votación de su historia electoral. Comparando las elecciones de 2009 y 2015, el pAN pasó de 9.5 a 7.6 millones de votos; el PRI de 12.7 a 10.5 millones y el PRD de 4.2 a 3.9 millones. Por ende, el PRI con su 29% representa en realidad sólo un 12.9% total de posibles electores del país, el Verde el 2.5%, pues un 53% no fue a las urnas.
Lo innovador, lo esperanzador que nos dejan estas elecciones, más allá de la milagrería citada, es que el pueblo mexicano (que no es de izquierda) desplazó hizo a un lado a un partido que se auto nombra de una izquierda también inexistente, el PRD.
MORENA ganó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y condenó al PRD a pagar sus trapacerías a un costo tan caro como el que ha beneficiado a Los Chuchos, pero tampoco es un partido de izquierda.
Lo que amalgama MORENA, lo que la hace fuerte, representativa y en crecimiento, es la necesidad nacional de tener a un partido con opciones de cambio real. El PRI, PAN y PRD dejaron de ser distintos para ser iguales, dejaron de ser antagónicos para ser socios y cómplices, obedecen a los mismos patrones y son servidores fieles de un modelo económico que saquea la economía nacional, arruina a la sociedad.
Morena pretende representar el sentir nacional, los sentimientos y necesidades insatisfechos de los mexicanos que no por ser miserables son izquierdistas. Son gente con hambre y sed de empleo, de salarios dignos. Eso no se llama izquierda, es justicia a secas para los mexicanos.
El tema de los candidatos ciudadanos puede ser prometedor, pero quién o quiénes los manejan, quiénes los financian y ayudan a ganar. ¿Acaso el mismo sistema político, el narcotráfico, la criminalidad organizada, gobiernos, entes económicos ajenos al interes nacional o nacionales? Habrá que calificarlos por sus resultados. Es un tema a analizar.
Enrique Peña Nieto tiene tres años para corregir el rumbo sin mayor pretensión que la de darle a los mexicanos los mínimos de bienestar que necesitan. Sin estar jugando a las reformas estructurales, debe apostar a los cambios estructurales con los cuales emparejar lo que México les regala a las grandes corporaciones multinacionales, y los beneficios que estas le deben reportar a la producción nacional, al crecimiento del mercado interno, a la elevación del poder de consumo, al aliento a las inversiones nacionales, al crecimiento económico nacional.
Los resultados muestran fehacientemente que si la población sale a votar, puede alterar el mapa polítoco del país. Quizá sea la última gran oportunidad del PRI. Los candidatos ciudadanos y Morena podrían ser la opción más viable. Los que se creen o quieren ser presidenciables del PRI y PAN deben preocuparse.