Alejandra Arce
Al menos 300 Integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) cercaron el Congreso del Estado tras el aval de San Lázaro a la reforma de los artículos 25, 16 y 27 en el que se aprueba la inversión privada nacional y extrajera a la industria petrolera y eléctrica.
Los manifestantes de dicho movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, obligaron a entrar por la puerta trasera de la sede legislativa a los diputados locales, al gobernador poblano, funcionarios públicos estatales y municipales así como a la cúpula política poblana para escuchar el informe de actividades del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política Mario Riestra Piña.
Entre las consignas se escuchaban; “Se les ve la cola de ratas y las ratas entran por atrás”, “los diputados y senadores son traidores a la patria”.
Los inconformes de manera pacífica hicieron el pase de lista a los diputados y senadores poblanos que votaron a favor de la reforma energética y demás reformas estructurales gritándoles, al término de cada mención de sus nombres gritaban “traidor a la patria”.
Entre los nombres que mecnionaron fueron a las senadores Blanca Alcalá, Lucero Saldaña, Javoer Lozano, los diputados federales, Blanca Jiménez, Rafael Micalco, Jose Luis Márquez, Maritza Ortíz, Enrique Doger Guerrero solo por mencionar algunos pues también incluyeron a los 41 diputados locales.
En entrevista, el consejero nacional de Morena, Gabriel Biestro, informó que este es apenas el inicio de las actividades que realizará el movimiento en los 31 congresos del país, pues declaró que ya en seis legislaturas estatales fue avalada: Chiapas, Querétaro, Estado de México, Durango, Hidalgo y Veracruz.
El integrante del movimiento lopezobradorista, adelantó: “los contingentes de Morena estaremos atentos al desarrollo de las actividades del Congreso poblano por lo que este primer cerco estará hasta el lunes, aunque no tenemos definido si habrá un campamento o será por algunos días más”.
Es preciso mencionar que para su entrada en vigor de las reformas constitucionales necesitan del aval de la mitad de los congresos estales, para poder ser publicados por el Ejecutivo.