Causa y Efecto/ José Antonio de la Vega Moreno
Justo el martes 12 de enero se resolvió en el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, que la designación de candidatura priista sería en base a la equidad de género.
Con esto, los demonios en todos los frentes se desataron. La llamada a cada uno de los aspirantes escucharon del otro lado del celular, todos quietos, hay que trabajar primero por la unidad y evitar ruptura.
El domingo Juan Carlos Lastiri Quiroz ensalzó la trayectoria política de la Senadora Blanca Alcalá Ruiz. Ese mismo día, La ex presidenta municipal de Puebla, se tomaba un café con el ex diputado federal, Enrique Doger Guerrero, uno de sus contrincantes.
Más tarde, Alberto Jiménez Merino, se enteraba de la reunión que sostuvieron Doger y Alcalá, situación que lo puso inquieto.
Para el martes, todos fueron citados al CEN de su partido al encuentro con su líder, Manlio Fabio Beltrones –que dicho sea de paso estaba rozagante de felicidad tras la victoria obtenida en Colima, dos días a tras-
La reunión se habla que fue tersa y sin contratiempos y mucho menos sin miramientos. Todo transcurrió como debía ser, con disciplina y acatando el pacto que se demandó por parte de la dirigencia nacional.
Ahí mismo transitó la posibilidad de que Puebla, se resolvería con el método de equidad de género como lo marca la ley electoral. Algunos hombros se encogieron. Otras caras largas. Después, todos se fueron a sus destinos y ese pacto de unidad, quedó roto.
Enrique Doger Guerrero, habló de que su encuentro con Blanca Alcalá Ruiz, nunca fue para declinar en su favor –según nota de su periódico Cambio-.
Javier López Zavala, salió con la versión de que él no se baja de la contienda por que es uno de los mejores posesionados.
Alberto Jiménez Merino –tras la presión del PAN con amagar en denunciarlo ante la FEPADE- dijo, no hay decidido nada. Seguimos en la Puja.
Los más mesurados, Lastiri, Armenta, Deloya, Giorgana, Saldaña, Morales.
Alguien no tardará en salir a decir, que la diversidad de pensamientos, pronunciamientos y de aspiraciones son propias de un partido democrático.
Todos están enterados que la resolución de la candidatura se dará por equidad de género. Todo este revuelo está claro, es para ver que negocian los priistas rumbo al proceso electoral y para los últimos tres años de la administración peñista.
Algunos ganarán perdiendo y otros perderán ganando.
Al tiempo.