Por más de 20 años, el Estado se ha posicionado dos puntos arriba de la media nacional de la tasa de natalidad, que hoy día corresponde a 18.7 nacimientos por cada mil habitantes. Puebla, con una tasa del 20.9, sólo se ubica por debajo de Chiapas, que posee un 21.8, situación que indica mayores problemáticas para la generación de empleos y desarrollo sustentable en menos de 10 años.
Los estados que ocupan los primeros cinco lugares en la tasa de natalidad son Chiapas con 21.8 nacimientos por cada mil habitantes, Puebla con 20.9, Aguascalientes y Guerrero con 20.8 respectivamente, Oaxaca con 20.4 y Tlaxcala con 20. Mientras que estados del norte del país presentan los índices más bajos, tal y como Baja California Sur con 16.5, Nuevo León y Baja California con 17.1 respectivamente y Tamaulipas con 17.8
Así lo dio a conocer Ximena Echenique Romero, catedrática del Departamento de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey en Puebla, al analizar los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y determinar que aunque ha existido un descenso en los valores; la estructura por arriba de la media nacional se conserva, pues a inicios del siglo XXI la tasa en la entidad era de 26.3, y la nacional era de 23.4
En opinión de la académica esta continuidad en la estructura es resultado de los bajos niveles de escolaridad, sobre todo en las mujeres. “La distribución de los nacimientos indica que las mujeres con primaria completa son las que registran mayor número de hijos a diferencia de las que poseen la secundaria completa”.
Y es que para Echenique Romero, el grado de escolaridad está altamente relacionado con el nivel de información que manejan las mujeres en términos de salud reproductiva. Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, reportó que el 33.4 por ciento de mujeres entre 12 y 19 años de edad no utilizó ningún método anticonceptivo en la primera relación sexual.
Así mismo, la economista resalta que el hecho de que Puebla registre una alta tasa de natalidad es un indicador de la presión que existirá en el desarrollo de empleos, pues si hoy día el 28.7 por ciento de la población está ubicado entre los cero y 14 años, en 10 años este sector estará en edad de trabajar y “posiblemente no existan las fuentes de empleo necesarias para cubrirlo”.
Otro elemento es el impacto ambiental que puede existir en un futuro si es que la tasa de natalidad sigue al ritmo actual, pues México al ser miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) debe garantizar los recursos naturales de supervivencia de sus habitantes.
“Un caso es la disponibilidad del agua, ya que en nuestro país es muy bajo, apenas tenemos disponible entre mil y 5 mil metros cúbicos por habitante al año; mientras que en países como Canadá es mayor a los 10 mil”, destacó Echenique Romero.
Ley general de población y cantidad óptima de hijos
La catedrática del Tecnológico de Monterrey en Puebla mencionó que el sureste del país es el que percibe las tasas más altas de natalidad, lo que desde su perspectiva van alineados a la Ley General de Población, que estuvo en el abandono por más de 40 años y que en mayo de este año recibió modificaciones los artículos segundo y tercero.
Estas modificaciones establecen la promoción y coordinación de medidas adecuadas para resolver los problemas demográficas nacionales, así como adecuar los programas de desarrollo económico y social a las necesidades que existan en los estados en cuanto a volumen, estructura, dinámica y distribución de la población.
En palabras de Echenique Romero esta transversalidad permitirá atender de diferente manera las problemáticas de población que existen entre el sur y el norte del país.
Y sobre la cantidad óptima de hijos a tener por pareja, la catedrática especificó que es entre 1 y 2 hijos, ya que existen factores económicos que impactan en su manutención, tales como los precios de la canasta básica, calidad del empleo, aumento de la tasa de inflación, tasa de interés y hogar y vivienda.