El helicóptero en el que perdieron la vida la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, su esposo el senador Rafael Moreno Valle Rosas y tres personas más, no salió del helipuerto del Triángulo las Ánimas, ni del Aeropuerto Internacional de Puebla, sino del domicilio particular del ex diputado local y empresario textil José Chedruai Budib.
Lo anterior, lo confirmó el subsecretario de Comunicaciones y Transportes Federal (SCT), Carlos Morán Moguen, explicó que el helicóptero despego de un jardín perteneciente al domicilio particular del priísta y cercano a Enrique Peña Nieto- Chedraui Budib- a escasos tres kilómetros de la plaza comercial el Triángulo las Ánimas, ubicada en el Centro Mexicano Libanes.
“Despegó de un jardín en una casa privada que se encuentra a poco menos de tres kilómetros, era la casa del empresario José Chedraui. De ahí salía frecuentemente”, sostuvo.
El funcionario del gobierno de la República, descartó que exista algún indicio de que haya existido una manipulación externa en accidente aéreo el pasado 24 de diciembre, es decir que el mismo haya sido un atentado, sin embargo, dijo que se investigarán todas las hipótesis.
En la tradicional conferencia matutina, Morán Moguen, puntualizó que la Fiscalía General del Estado (FGE) tiene resguardados los teléfonos celulares de los tripulantes que iban a bordo del helicóptero, hallados en la zona siniestrada en Coronango, Puebla y a pesar de que están quemados se tratará de extraer la información necesaria de la memoria externa.
De acuerdo con la grabación que presentó el funcionario federal, el accidente aéreo ocurrió entre las 2:39 y las 2:49 horas del pasado 24 de diciembre, lapso en el que se escuchan las 11 ocasiones en las que la Torre de Control trata de entablar comunicación con los pilotos de la aeronave, sin tener éxito. Por lo anterior precisó que a las 2:49:11 se disparó el proceso de emergencia y se aplicaron los protocolos.
Dicha declaración surgió luego de que la SCT reconoció que se había reservado los audios del avión en el que viajaban los panistas hasta por cinco años, ya que ponía en riesgo la vida política de México.
